La Casa de Las Rocas o Museo del Corpus
La Casa de las Rocas o Museo del Corpus está justo detrás del Portal dels Serrans, que era la entrada principal de la ciudad en la Edad Media, con el fin de que sirviese de albergue a los carros y demás útiles que acompañaban a la procesión del Corpus.
En esta Casa vivía en la época el Capellá de les Roques, encargado de vigilar las obras de restauración. A esta casa se le llamaba también dels entremesos ya que en ella se ensayaban los misterios, las danzas de esta fiesta y los autos sacramentales, siendo todo supervisado por el Capellá de les Roques.
El museo conserva en sus colecciones les roques (los carros triunfales del Corpus) y muchos otros objetos que se suelen usar durante las fiestas de la ciudad.
El antiguo edificio es un caserón de dos plantas con un gran y alto patio interior cubierto por una techumbre de vigas de madera. El piso superior tiene una gran balconada corrida de madera que mira al patio inferior. La entrada a la Casa se realiza por una alta puerta adintelada en cuya parte superior encontramos un frontón triangular.
En su planta baja se encuentran Las Rocas, elementos de arrastre de la simbología del Corpus, los gigantes y cabezudos (els Gegants y els Nanos), también pueden contemplarse una serie de paneles explicativos de la historia procesional y alguna fotografías muy ilustrativas de lo que es esta fiesta que están repartidos en cada una de las plantas del museo.
La mayor parte de los objetos fueron donados por la asociación de los amigos del Corpus.
Valor histórico de La Casa de las Rocas
Podría parecer escaso, pero es de un alto valor histórico y artístico, las tres simbólicas águilas, el arca de la alianza, los gigantes, el Dragón de San Jorge, la cuca fera, la tasca, hasta un total de once rocas.
Las once Rocas son, en orden cronológico:
- La de San Miguel (1528)
- La roca Diablera (1542)
- La de la Fe (1542)
- La de la Purísima (1542)
- La de San Vicente Ferrer (1665)
- La de la Santísima Trinidad (1674)
- La roca Valencia (1855)
- La de la Fama (1899)
- La del Patriarca San Juan de Ribera (1961)
- La de la Mare de Déu dels Desamparats (1995)
- La del Santo Cáliz (2001)
Actualmente también el museo dispone de biblioteca y realiza proyecciones a visitas concertadas, sobre la festividad del Corpus.
Tras haber sido víctima propiciatoria de cada una de las riadas sufridas por la ciudad de Valencia y cuantísimos parcheos llego a estar al borde del derrumbe. Por decisión municipal La Casa de Las Rocas se restauro en 1980 y pudo volver a cobijar Las Rocas en 1983 para transformarse en el futuro Museo del Corpus valenciano.
Su edificación es tan curiosa como original y digna de admirar, además debe ser de lo más llamativo para los foráneos, no acostumbrados a estas tradiciones tan valencianas.
La construcción de la Casa de les Roques data del siglo XV, ordenada construir por Pere el Ceremoniós, situándose entre el año 1435 cuando se empieza la construcción y 1447, cuando se finaliza.
No hay pruebas fehacientes de la existencia de un autor o autores reconocidos, habiéndose de presumir la intervención del obrer de vila o mestre de obres que en ese momento tuviera a su cargo los proyectos, reparaciones y otros menesteres inherentes a su oficio, a las órdenes del Consell de la Ciutat.
En la facha destaca la enorme puerta, por la que salen las monumentales carrozas. Debido a su proximidad al río el edificio sufrió cada una de las riadas que asolaron la ciudad, el edificio resulto inundado hasta una altura de cuatro metros en la riada de 1957.
Los gastos presupuestados por el Ayuntamiento de Valencia para su recuperación a raíz de esta catástrofe fueron de 150.000 pesetas. El inmueble ha sufrido numerosas reformas y parchéos debido a la furia del agua, pero ahí está y es digno de ver que hoy en día sigue en pie y alberga todas las piezas, carrozas, vestidos y objetos que le fueron encomendados en su día.
La solemnidad del Corpus Christi de Valencia, era considerada históricamente la fiesta grande de la ciudad en el siglo XIV. En esta época, las conocidas como Rocas, majestuosos carros que participaban en la procesión, y la escolanía de Valencia que como cada año cantaba ante la gente, eran conocidas en toda Europa.
La Moma
La procesión va creciendo en vistosidad y grandiosidad con música, bailes y danzas, algunas de las cuales hoy, aun perduran. En la actualidad se efectúa a semejanza de cómo se hacía en el siglo XVIII.
El personaje central La Moma, representado por un hombre vestido de mujer con una túnica blanca y con la cara cubierta totalmente por un pañuelo blanco.
El baile más importante de la fiesta, es la Danza de la Moma, una danza guerrera, por eso está integrada por hombres. La figura de virtud, una dama blanca coronada de flores y vestida a la usanza valenciana, que combate con los Momos (els Monos), los siete pecados capitales que armados con bastones intentan doblegarla con la astucia o por la fuerza.
Los Momos van bailando alrededor de la Moma que también baila, es la lucha y al final el triunfo de la virtud sobre el pecado.
La degollá
Los personajes más populares son Els Demonis de la Degollá. Es el grupo más numeroso, hasta cincuenta personas llegan a formarlo, se creó en el siglo XVIII y van dando golpes y porrazos, sobre todo corren a los niños pero todos corren y chillan. Al pasar por la calle les tiran pozales de agua desde los balcones con gran alboroto de todos y si te descuidas acabas chopado, luego reparten caramelos.
Gracias por leer nuestro post La casa de las Rocas.